Monday 19 August 2013 0 No Reply

Joe Bonamassa en Santiago, Chile
una joya sólo para los que saben
La Cúpula, martes 13/08/2013


Había que estar muy perdido, o sencillamente no escuchar rock, para no saber sobre el pedazo de guitarrista que es Joe Bonamassa, o sea, a los 12 años abrió para BB King. Ahora bien yo sólo le había prestado algo de oreja a Black Country Communion, así que familiarizado con su repertorio no estaba, pero bueno un buen concierto de blues es algo que se vive en vivo y no me lo iba perder sabiendo los pergaminos de Joe, además que me estaban invitando.

El teatro La Cúpula no estaba lleno, en otros foros se han quejado del precio de la entrada, que sea un virtuoso no significa que tenga audiencia y viceversa… pero los que estaban presentes profesaban el blues como religión, eso se noto, en los momentos más sublimes las pausas en la guitarra de Bonamassa llenaban con su silencio todo el teatro, de vez en cuando algún fan no lograba contener su emoción y se pegaba un grito de estadio “grande Joe!”, que claramente lo podía escuchar el aludido sobre el escenario.

La escuela BB King se colaba por todos lados, lo que no es malo por cierto, como contrapunto aparecía la escuela Zepeliana marcadamente, o tal vez debería decir la escuela de Muddy Waters? La dejo ahí. Bonamassa y su banda (bajo, batería y el mismo tecladista de BCC) dieron un espectáculo en vivo de sonido impecable, en donde supieron matizar entre momentos intensos y momentos de belleza sublime emanados de una incombustible Gibson Les Paul (uso tres modelos distintos) que en manos de Bonamassa sonaba sencillamente perfecta. No necesito nada más, discreto apoyo de luces y cero pantallas.

Cuando hablo de matizar no digo pasar de una canción rápida a una lenta sino de bajar las revoluciones dentro del mismo tema para luego atacar con todo, notable como la banda lo lograba, hay que considerar que con instrumentos eléctricos se complica un poco hacer esto, pero Joe si que sabía jugar con la perilla de sus cápsulas. BB King y su banda bajaban el tempo de los temas, como quién le tira las riendas a un caballo desbocado para frenarlo un poco y luego azotarlo y mandarlo al galope, acá Bonamassa nos hacía susurrar su guitarra por un momento para luego desatar furiosos riffs con toda su banda apoyándolo.

Notable concierto, con un público totalmente entregado pero no eufórico, lo que al parecer no le pareció tanto a Bonamassa ya que para el final nos alentó a pararnos y seguir los últimos temas a pie. Hay un tema ahí, yo estaba en las primeras filas y no me podía parar por mucho que la música me llevara a eso, porque hay gente que, aunque Ud. no lo crea, asiste a estos conciertos como si fuera uno de la filarmónica y quiere estar siempre sentada (ya me paso en el show de Ringo Starr que me putearon por estar parado bailando “Honey Don’t”, me tuve que sentar!), como que algo se están perdiendo ¿o no? para estar cómodamente sentados mejor que vean el DVD en sus casas.
Thursday 1 August 2013 1 No Reply

Chuck Mosley & Friends Now More
Sáb 27 Jul 2013 Valparaíso


Me hice fan de Faith No More en la época del Angel Dust, por aquel entonces un amigo me presto un caset copiado de un especial de radio, de cuando vinieron al Festival de Viña, en donde habían pasado los dos primeros discos y la verdad es que me gustaron tanto como lo nuevo, en especial el primero, mis favoritas son The Jungle y As the Worms Turns. Para mí la posibilidad de escuchar algunas de estas dos canciones en su voz original ya valía la pena para apersonarse en El Huevo, pero mi principal motivación era ver a Billy Gould con The Talking Book.

Pero vamos por parte, la entrada decía 20:00 hrs pero dejaron entrar como a las 21:30 hrs y pasadas las 22 salió a escena Leche con Mora (o Olor a la Banda? como se llaman en realidad?), banda que ya había visto en un Rockodromo y que sonaron como, mmm, sonaron como banda emergente que toca en un pub por los copetes, da lo mismo si tocan bien o mal si suenan como una mazamorra, yo creo que el término no es “emergente”, que mal les cabe a ellos que llevan su buen tiempo tocando, yo diría “precaria” porque les faltan recursos técnicos, en este caso un sonidista propio, o un buen sonidista si es que lo tenían.

Mientras la banda tocaba, Billy Gould y Chuck Mosley salieron a escuchar el show, pero fueron constantemente interrumpidos por el puñado de fans que habíamos, Gould se escabullo un par de veces pero después se entregó a la interminable sesión de fotos y autógrafos. Yo traté de mostrar respeto dejándolos ver el show.

Como que no juntaba ni pegaba pasar de un power trío + vocalista al set de 3 MACs (más numerosos artefactos) de The Talking Book, quienes se lanzaron con tres piezas instrumentales que el público, que no pasaba de unas 50 personas, escucho con discreción, creo que solo habíamos una docena de asistente realmente interesados en lo que estaba pasando sobre el escenario. Pasajes sonoros diversos, escasas melodías, ritmos perturbadores e imágenes que no se lograban apreciar bien en la super pantalla de leds (?). Gould metió una guitarra, pero solo fue otro artefacto más aportando sonidos, texturas y matices. No sé si lo que estaban haciendo es muy vanguardista, no conozco bien la escena electrónica, o como se llame, pero si me quedo claro que la amplitud de su espectro musical es la clave de su éxito con Faith No More, si no fuese así jamás compone Just a Man.


Después de la introspección vino la fiesta, Chuck Mosley y sus chiquillos hicieron un show correcto y divertido. Chuck es un verdadero pastel, más que Patton, lejos más divertido (vestido con un pijama rosado y una polera que decía “mañana te pago” que otra cosa se puede decir?), tanto que dio lo mismo que se equivocara, enredara los cables y se le cayera el micrófono, cuando salió a escena ya había más gente y su nombre fue coreado por la barra de verdaderos fanáticos de FNM con entusiasmo durante todo el show, a pesar de que dudo que hubiese alguien que conociera su nuevo material.

Ahora bien, todos esperábamos que recordara su paso por FNM y algunos ya sabíamos que en la noche anterior Billy Gould se había subido al escenario a tocar el teclado en As the Worms Turns. Finalmente cuando llegó dicho momento en el set list Billy estaba mirando entre el público. Pero la verdad es que el momento fue intenso sobre todo porque después tocaron Why do You Bother y si bien yo esperaba otras hasta ahí estábamos bien. Una chiquilla pegada al escenario le gritaba “we care a lot!” y unos fans detrás de mí gritaban “nooo! que no la toque!”. Pero si la tocaron, solo que en una versión primigenia que anda circulando por ahí, lo que fue un verdadero regalo, después vino la guinda de la torta, Chuck llamó a Billy y este se calzo el bajo desatando la euforia del respetable y se mandaron Death March pero haciéndola partir con la intro de Anne`s Song.


En resumen lo pasamos bien, buen lugar, buen sonido, poca gente… arden los blogs que cubrieron estos shows por la baja respuesta de los que se llaman fans de FNM, pero la verdad es que el público rockero chileno es muy conservador y los que de verdad vieron a FNM en el Festival de Viña deben ser el 1% de los que dicen que lo vieron, y los 500 fans que llegamos al Monster of Rock del Caupolican el ’95 (el resto eran fans de Ozzy, se entiende) a estas alturas debemos ser 5.000 (si yo también estaba ahí! - si chico, si, tu también), pero bueno, ellos se lo perdieron.
 
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